CONSUMO
La suba del dólar en abril impulsó al alza los precios y alejó el registro interanual del rango meta
La inflación se aceleró en abril y traspasó la barrera del 8% interanual. Los analistas consultados por El Observador entienden que los precios al consumo ya vieron un piso en febrero y marzo, y el ritmo de aumento de los precios continuará acelerándose –de la mano de un dólar más fuerte–, aunque con menor prisa que en el último mes.
Los precios al consumo subieron 0,57% en marzo, según los datos divulgados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). De esa forma, la canasta de consumo de los uruguayos se encareció 8,23% en los últimos 12 meses relevados.
La suba del mes estuvo en sintonía con la mediana de expectativas de los analistas privados relevados por el Banco Central (BCU) a mediados de mayo, que auguraban un incremento de 0,5% en el mes. Luego de dos meses de inflación entre 7% y 8%, el ritmo de aumento de los precios recuperó dinamismo.
“Contemplando la persistencia de las presiones inflacionarias, desde hace algún tiempo advertíamos que la baja que estábamos viendo en la inflación anual era a nuestro juicio transitoria y explicada esencialmente por el comportamiento de los precios administrados, que pasaron de aumentar a un ritmo de más de 10% anual en el inicio de 2014 a acumular una suba de menos de 4% en los últimos 12 meses”, dijo a El Observador la economista Florencia Carriquiry de la consultora Deloitte.
El consenso de economistas no espera que la inflación vuelva a descolgarse del 8% hasta marzo del año próximo (7,95%). Las expectativas de la mediana de los expertos están en que la inflación se mantenga por fuera del rango objetivo definido por las autoridades –de entre 3% y 7% anual– al menos en los próximos dos años. Ni el más optimista de los analistas consultados por la autoridad monetaria entiende que se va a cumplir esa meta en un horizonte de 18 meses.
Según Carriquiry, “si no vemos medidas más claras y consistentes de combate a la inflación (con una decidida austeridad fiscal, moderación y desindexación salarial) parece difícil que la inflación ceda de forma sostenida e ingrese en el rango objetivo en el horizonte previsible. Nuestro pronóstico, de hecho, es de una inflación en torno a 8,5% al cierre del año”.
Para el economista Ignacio Munyo, del Centro de Economía del IEEM (Universidad de Montevideo), “si los precios administrados quedaran congelados en los niveles actuales y el dólar cerrara el año en $ 27,5, nuestro modelo prevé una inflación de 8,5% a fin de año. Con un nuevo UTE Premia (el plan del ente estatal de rebaja selectiva), la inflación a fin de año cerraría en 7,5%”.
Inflación subyacente
La aceleración en el ritmo de aumento de los precios se explicó por el componente tendencial de los precios –aquellos bienes y servicios cuyos precios son más difíciles de mover y reflejan mejor las condiciones de mercado–. La inflación subyacente ascendió a 9,4% interanual en abril, dejando atrás el 8,6% del mes anterior, según los cálculos de la Unidad de Análisis Económico de El Observador a partir de los datos del INE.
Tanto el componente transable como no transable de la canasta de consumo aceleraron su ritmo de encarecimiento.
Los bienes y servicios transables son aquellos que se comercializan con el exterior –se exportan o importan–, toman sus precios en el mercado internacional y se ven fuertemente afectados por la evolución del tipo de cambio.
Ese componente de la canasta de consumo aceleró su ritmo de aumento interanual en abril en un punto porcentual respecto a marzo, de 7,8% a 8,8%.
Eso se debió principalmente al mayor ritmo de aumento del dólar, cuando se compara con el año pasado. El billete verde pasó de subir a una tasa de 9,8% en marzo a 11,7% interanual en abril. Solo en el último mes el billete verde subió 4,3%.
Por su parte, la inflación no transable también se aceleró en abril, pasando de 8,9% interanual en marzo a 9,6%.
Según dijo a El Observador el economista Aldo Lema, de Vixion Consultores, “hay factores que refuerzan la persistencia inflacionaria, como el alza del dólar, y otros que apuntan a una moderación, como la desaceleración del gasto interno, el mayor desempleo, los menores precios externos y un menor crecimiento de los salarios”.
Respecto a la relación entre el tipo de cambio y la inflación, el experto reflexionó que “hay un menor traspaso del dólar por la desaceleración económica, pero mayor al que habría con un plan integral de estabilización y credibilidad en las metas inflacionarias”.
Subas en el mes
El rubro alimentos y bebidas tuvo un magro aumento en abril, de 0,25% respecto a marzo. El mayor incremento lo registraron recreación y cultura (1,33%), transporte (1,15%) y vestimenta (1%). La vivienda se encareció 0,41%.