En reclamo de «más y mejor trabajo», miles de trabajadores se reunieron en la Plaza 1º de mayo para conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores. Reclamaron por impuestos al capital, empleo para discapacitados, defensa de las empresas públicas y en contra de la privatización del agua.
El acto comenzó sobre las once de la mañana con un minuto de silencio por los trabajadores que murieron y las víctimas de femicidio.
Bajo la consigna “más y mejor trabajo” miles de trabajadores se reunieron en la Plaza 1º de mayo.
La parte oratoria fue abierta por la representante de la Central de Trabajadores de Cuba , quien aseguró que el proceso cubano continuará fiel al Partido Comunista cubano al que calificó como la base de la obra construida en su país. También defendió al gobierno de Venezuela y al ex presidente Luis Inacio Lula Da Silva.
Seguidamente, hizo uso de la palabra la representante de Familiares de Detenidos de Desaparecidos, quien dijo que “no ha habido acciones enérgicas desde el 85 hasta ahora” para que aporten información sobre el paradero de los restos y agregó que el Estado “es y seguirá siendo el responsable de lo sucedido”.
El dirigente del Sunca Óscar Andrade comenzó su discurso recordando a los mártires de Chicago y señaló que esa no fue la primera masacre contra los trabajadores organizados y dijo que hoy hay asesinatos de trabajadores en todo el mundo.
“El año 2017 la OIT nos informaba que 1400 millones sufren de trabajo extremamente vulnerable, cobran menos de tres dólares por día, en medio de una formidable revolución tecnológica”, lamentó y recordó que por día mueren 20 mil niños de hambre o de enfermedades curables.
En ese sentido, Andrade subrayó que el actual modelo “promueve un silencioso genocidio sobre los sectores más vulnerados”.
Andrade rechazó el discurso de “algunos empresarios” que reclaman no pagar lo que deben, que les bajen las tarifas y se ofenden ante los 1400 pesos que una mujer pobre recibe de un plan social.
“El pequeño comerciante es un trabajador más que pasan 10, 12 horas atrás de un mostrador, no hay duda. Pero bagre para un lado y tararira para el otro, a no confundir”, señaló
“No podemos menospreciar ninguna de las políticas sociales, tendríamos que estar orgullosos defendiéndolas”, agregó. Andrade recordó que hace 15 años atrás fue despedida una trabajadora por hablar en un 1º de mayo y dijo que defender la lucha de los trabajadores es una forma de defender un país más justo.
El sindicalista dijo que se tiene a una cuarta parte de los trabajadores en la informalidad: “parece que hay demasiados derechos laborales en Uruguay”, ironizó.
“Es claro que el salario ha crecido pero el punto de partida era tan bajo, que todavía tenemos salarios con los que cuesta vivir”, afirmó.
El sindicalista también habló de la violencia: “Hay algunas violencias que son más públicas que otras. No hay espacio de formación que te prepare para avisarle a una familia que su padre o su madre no va a volver”, señaló y recordó las 100 personas pobres que han muerto en el último año en incendios de casas precarias.
Andrade se refirió a la situación de Brasil, señalando que el problema “no es el juicio a Lula ni el impeachment a Dilma”, sino la duplicación de la pobreza extrema, el recorte de los derechos de los trabajadores y el asesinato de 61 dirigentes sociales campesinos.
Andrade dijo que se entregaron 500 mil firmas para una ley de promoción del trabajo para discapacitados pero aclaró que “no hay ley mágica”. “La batalla también está en nuestra cabeza, porque si ponemos un discapacitado en una caja y le esquivamos a la caja porque demora más, el problema es que falta el espacio de humanidad que nos hace poner en el lugar del otro”, añadió.
El dirigente dijo que hay quienes calculan cómo afectará la ley en la evolución del Producto Bruto Interno: “no se puede ser tan miserable, capaz que perdés un poco de competitividad ¿no será que tenés que discutir si somos mejores como sociedad” .
El dirigente Gonzalo Castelgrande de la AUTE señaló que estamos en “un contexto muy complicado”, donde hay “una contraofensiva de las clases dominantes”.
“En el Uruguay venimos transitando un proceso desde 2005”, señaló y reconoció el avance del salario real, los derechos laborales y la negociación. “Se ha duplicado el gasto en políticas sociales y todo esto hay que saludarlo”, agregó.
Castelgrande dijo que “la estructura de poder de este país no se ha tocado” y lamentó que no se haya aprovechado el buen precio de los comidities para cambiarla. Castelgrande recordó que la tercera parte de los trabajadores gana menos de 15 mil pesos y 130 mil jubilados gana 13 mil pesos.
El dirigente dijo que el 50% de la tierra de nuestro país está extranjerizada y que la renta de la tierra generó en el último año 1.500 millones de dólares.
“Tiene que vivir con sus hijos o con sus nietos, porque si no se muere de hambre y eso está pasando hoy en nuestro país”, lamentó.
Castelgrande dijo que desde la OPP se está recortando a las empresas del Estado que deben ser el motor del cambio. “Esta política de mercantilización de los servicios públicos, se viene haciendo con la más absoluta represión” y mencionó los decretos de esencialidad que “estigmatizan a los trabajadores” frente a la población.
El dirigente lamentó la ley de riego y llamó a votar para derogarla. “Poco les importa que el agua sea un derecho humano. Van a juntar agua para vendérnosla. Es una locura lo que va a pasar, hay que firma y derogar esta ley que no nos privaticen el agua que es nuestra”, afirmó.
La parte oratoria la cerró Abigail Puig de FUECYS quien señaló que los dirigentes sindicales representan a la clase trabajadora, pese a los cuestionamientos que sufren en ese sentido. “Muchas veces podemos equivocarnos, olvidarnos de nombrar a algún conflicto. A esta organización le falta mucho”, señaló pero recalcó los avances y el pasaje de 100 mil afiliados a 400 mil en los últimos 13 años.
Puig plantó que hace una semana diez trabajadores fueron reintegrados, luego de haber sido echados por organizar un sindicato. “Se les está terminando”, advirtió. “Ellos todos los días estudian cómo fracturarnos, cómo partirnos cómo dividirnos, por eso nosotros tenemos que estudiar todos los días cómo estar más juntos”, afirmó.
“Para nosotros no es caprichoso atender el salario mínimo nacional, no es caprichoso decir que un trabajador de un comercio no puede vivir con 20 mil pesos. Hay que meterse con el capital, gravar más al capital”, agregó y calificó como “inadmisible” que un alquiler siga saliendo lo mismo que un salario.
Puig dijo que el movimiento sindical no evita hablar de seguridad y aseguró que para el PIT.CNT “no hay muertos de primera y de segunda”. “Cada vez que se muere una mujer es nuestra, cada vez que se muere trabajador en un supermercado es nuestro, cada vez que se muere un trabajador del transporte es nuestro”, señaló y agregó que para cambiar esa situación se necesita presupuesto pero también se necesita cambios culturales.
Puig expresó su preocupación por el hecho de que las mujeres no están en los puestos de decisión en los ámbitos sindicales: “Hay que buscar los caminos de la unidad, de esto salimos juntos, no separados”.
En el acto estuvieron presentes el ministro de Trabajo Ernesto Murro, la ministra de Industria Carolina Cosse y el prosecretario de Presidencia de la República, Juan Andrés Roballo.