Uruguay se suma una vez más a la «Hora del Planeta», una cruzada que intenta generar conciencia sobre la necesidad de tomar medidas contra el cambio climático. Los principales edificios apagarán sus luces a las 20.30 y se invita a los ciudadanos a sumarse desde sus casas.
Más de siete mil ciudades se adherirán a este apagón que invita a individuos, gobiernos y empresas a apagar la luz durante una hora para «demostrar que el cambio climático nos importa» y que este año también sugerirá a los ciudadanos que se desconecten de internet durante ese tiempo.
La iniciativa surgió en Sidney en 2007 y convocó a dos millones de personas. Siete años después, en 2013, ciudadanos en más de 153 países de todos los continentes, incluyendo la Antártida, apagaron sus luces. Más de 1.300 monumentos y edificios representativos se oscurecieron, según los convocantes.
En Uruguay la iniciativa es acompañada desde hace siete años por UTE y Montevideo Refrescos, y se convoca a todos los uruguayos a sumarse a esta propuesta.
«En UTE promovemos y apoyamos este tipo de campañas porque estamos convencidos de la necesidad de concientizar a la sociedad sobre la importancia del uso eficiente de la energía, el ahorro y el cuidado del medio ambiente», dijo el Ing. Dr. Gonzalo Casaravilla, presidente de UTE, según consigna un comunicado de prensa.
«Consideramos que el cambio climático es un reto profundo que requiere el involucramiento de toda la sociedad», afirmó por su parte Verónica Gené, jefa de Asuntos Públicos y Comunicaciones de Montevideo Refrescos.
Durante la edición realizada en el año pasado, la adhesión de los uruguayos y empresas fue superior a la registrada en años anteriores, y permitió generar un ahorro energético equivalente al consumo de la red lumínica del Estadio Centenario durante diez partidos, destaca el comunicado.
En Latinoamérica
El apagón ecológico se iniciará a las 20.30 hora local en las diferentes ciudades que, como en México, dejarán a oscuras monumentos tan emblemáticos como el Castillo de Chapultepec o el Angel de la Independencia.
Según los organizadores, se trata de la medida que más personas ha movilizado en la historia a favor de una misma causa y este año el objetivo es ir más allá de apagar la luz como acto simbólico para combatir el cambio climático, y movilizar a la sociedad civil, a gobiernos y empresas para proteger, por ejemplo, el Amazonas.
De hecho desde Colombia y bajo el lema «Apaga la luz, ilumina el Amazonas», WWF quiere recaudar los fondos necesarios para trabajar en la región que más aire, agua y vida produce en el mundo.
Desde Brasil ya se anuncia que será la jornada con mayor seguimiento de la historia en la que se apagarán reconocidos lugares de ciudades como Sao Paulo, Brasilia o Río de Janeiro, que incluyen al famoso Cristo Redentor.
«Nos unimos a cerca de 2.000 millones de personas alrededor del mundo con un solo ideal: salvar el planeta», dijo, por su parte, a Efe el representante de la convocatoria para Costa Rica, José Molina, mientras en Argentina, el Planetario de Buenos Aires será el protagonista del evento.
En Perú, la ONG propone: «apaga tus luces e inicia así un compromiso por nuestro planeta junto a cientos de millones de personas. Ya sea que optes por caminar en vez de ir en carro, o que reduzcas tu consumo de agua, está en tus manos llevar La Hora del Planeta más allá de la hora».
Los chilenos contarán con actividades en las principales ciudades del país, teniendo como acto central la realización de un gran evento de bicicaravanas en la comuna de Providencia.
En Paraguay, se aprovechará la jornada para entregar unas 20.000 firmas ciudadanas a las autoridades locales y pedir el apoyo para el cumplimiento de la ley que protege los últimos remanentes del Bosque Atlántico del Alto Paraná.
Además se reconocerá el desafío que tiene la ciudad de Asunción como «Capital Verde», con la construcción de una cultura ambientalmente responsable.
La ONG propone a los ciudadanos que usen este año «la imaginación y las redes sociales para difundir la campaña entre tus seguidores», en lo que pretende ser una evolución de este fenómeno que se inició en Australia como un improvisado «flash-mob» convertido posteriormente en un fenómeno mundial en internet.
Con datos de EFE