Diario la Juventud
Los médicos de la emergencia del Hospital de Canelones están en conflicto y denunciaron una serie de carencias: desde falta de especialistas hasta de recursos materiales imprescindibles. Hace unos días tuvieron que alquilar un desfibrilador.
FEDERICO CASTILLO
La planilla de guardias de especialidades médicas «nunca está completa»; faltan «a diario» especialidades básicas como pediatría, ginecología, traumatología y anestesiología, denuncian los médicos del Servicio de Emergencia del Hospital de Canelones, que recuerdan además que esa institución es el centro de salud de referencia en todo el departamento.
Las situaciones irregulares que padece el servicio fueron denunciadas formalmente por sus médicos a través de una carta elevada al Sindicato Médico del Uruguay (SMU), al Colegio Médico y la dirección del centro de salud.
En ese documento -al que accedió El País- los funcionarios detallan una serie importante de situaciones complejas con las que deben lidiar.
«Desde la Coordinadora de ASSE se nos envían pacientes que no pertenecen a nuestra área geográfica de cobertura», dicen. Y en muchas oportunidades se trata de pacientes cuyas patologías exceden la capacidad de respuesta que tiene el hospital.
«No existe un protocolo escrito de asistencia de pacientes cuando no se cuenta con los recursos materiales y/o humanos para resolverlos», agregan los médicos y dicen que esto deriva en «una serie de múltiples llamados telefónicos a cargo del médico de guardia».
Esto implica un «retraso» en la resolución del paciente, se quejan los médicos.
Los médicos de Canelones también denuncian la «demora» en el traslado de pacientes críticos a CTI que «muchas veces permanecen en la sala de reanimación por más de 24 horas con un ventilador volumétrico de baja prestación y sin las condiciones de soporte necesarias que requiere este tipo de pacientes».
Además, dicen que la Emergencia «no cuenta con todos los materiales imprescindibles funcionando de forma correcta y adecuada». Y citan un ejemplo: «hace un mes se tuvo que alquilar un cardiodesfibrilador, y que el que se alquiló tenía tecnología en desuso».
Otro asunto que inquieta al personal de la guardia es que durante los fines de semana la situación general de carencias de recursos humanos se vuelve aún más complicada.
«Los días domingo no hay visita médica por lo que el médico de guardia debe valorar a los pacientes cada vez que se lo convoque (…), el hospital por completo (64 camas) queda bajo la responsabilidad y supervisión de un único médico».
Advierten entonces que si existe un paciente que requiere traslado a CTI es ese único médico el que debe valorar, estabilizar y coordinar el traslado, además de continuar toda la asistencia en la Emergencia.
Hace pocos días ASSE resolvió sumariar a un médico de este hospital, Gerardo López Secchi, por haber denunciado dos muertes evitables. Las muertes ocurrieron en invierno del año pasado.
El vicepresidente del SMU, Gerardo Eguren, se entrevistará hoy con los médicos denunciantes.
TREGUA. En tanto, ayer el Sindicato Médico decidió hacer un impasse en el conflicto que mantiene con el gobierno por acuerdos laborales incumplidos. Un grupo de dirigentes médicos se reunió con el directorio de ASSE y tras el encuentro consideraron que hay avances como para bajarle el perfil al enfrentamiento y otorgarle una «nueva carta de crédito» a las autoridades sanitarias.
El presidente del SMU, Martín Rebella, dijo a El País que los directores de ASSE les comunicaron avances concretos para distintos reclamos que estaban haciendo los médicos.
Por ejemplo, ayer se habilitó el dinero para pagar, en forma retroactiva a enero de 2013, lo que se les debía por concepto de nocturnidad a los cirujanos que cubren las guardias en las puertas de emergencia de los hospitales públicos.
En su carta, los médicos de Canelones dicen que denuncian a las autoridades las «graves situaciones» planteadas en el hospital porque la mayoría de las veces ellos son quienes deben dar la cara ante los usuarios que reaccionan con «violencia» y les ejercen «presión».
El reclamo de los “bagayeros” ahora se extiende a Salto. Emulan la medida adoptada por los contrabandistas de Paysandú, de bloquear el puente por 15 minutos. El “cero kilo” provocó un notorio descenso en el tránsito de uruguayos hacia la frontera y una baja en la venta de los comercios de Colón y Concordia.
Está previsto que al mediodía de hoy, el presidente José Mujica asista al establecimiento La Rosalita en Salto con motivo de la inauguración de la zafra del arroz. Allí lo esperarán más de un centenar de bagayeros salteños. Ayer, estos pequeños contrabandistas se reunieron con la Junta Departamental donde expresaron que quieren pedirle al mandatario que les dejen pasar un bolso por persona por día. Reclamaron la intermediación de los ediles que buscarán reunirse con el ministro de Economía para plantear que algún producto de la canasta básica tenga una tarifa especial, tal como ocurre con el combustible.
Mujica, por la tarde, se hará presente en el Centro Universitario de Paysandú, con motivo de la presentación de las nuevas instalaciones y un laboratorio. Justamente, en estas dos ciudades se produjo en las últimas 48 horas una rebelión de “bagayeros”, que adoptaron la medida de cortar los puentes internacionales durante 15 minutos por cada hora.
La intención de estas personas que desempeñan un trabajo informal e ilegal, como el contrabando hormiga, es procurar mantener un contacto con el mandatario uruguayo a fin de entregarle una carta.
En tanto, del otro lado del puente, la aplicación del “cero kilo” provocó un efecto inmediato a los comerciantes de las ciudades de Colón y Concordia. En los tres primeros días de la aplicación de la medida, hubo una baja en las ventas en los establecimientos argentinos que superan promedialmente el 10%.
El gerente del Centro Comercial de Concordia, José Pérsigo, dijo al portal diariojunio que “hay rubros y negocios que sentirán el impacto”.
Indicó que el primer impacto es importante y que hay comercios que lo van a sufrir mucho porque tenían mucha dependencia directa de la compra del uruguayo”. El 8 de abril, día en que se implementó la medida, hubo un descenso de tránsito de uruguayos por los tres puentes internacionales, con 739 salidas y 709 entradas menos con respecto al día anterior, según datos proporcionados por Migraciones.
En tanto, el director nacional de Aduanas, Enrique Canon, subrayó que con esta medida lo que se busca es “proteger” al trabajo de los ciudadanos uruguayos.
El ministro de Trabajo, Eduardo Brenta, invitó a los “bagayeros” a “asumir un trabajo formal en el marco de la legalidad”.
El jerarca enfatizó que es necesario identificar las expectativas de quienes hoy tienen una actividad ilegal, para luego presentarle cursos de formación.
Ayer, el director nacional de Aduanas, Enrique Canon, reconoció que sobre las 15 horas comenzó un bloqueo al puente internacional de Salto Grande por parte de unas 60 personas. El procedimiento utilizado es igual al que aplican en Paysandú, de cortar el tránsito por 15 minutos cada una hora.
El jerarca señaló que en estos días de aplicación del “cero kilo”, las autoridades hicieron 12 incautaciones el lunes pasado en cuatro aduanas, y el martes, fueron 8 en tres pasos de frontera. Además, se produjo una incautación de grandes dimensiones en Paysandú donde un vehículo transportaba unas 300 prendas de vestir. Las personas y el vehículo pasaron a disposición de la Justicia.
Canon comentó que en Paysandú hay una organización autodenominada “bolseros” que van a Argentina, traen contrabando y lo vuelcan en una camioneta.” Hay bolseros que trabajan para el gran contrabando. No todas son operaciones de escala familiar”, indicó.
Por su parte, la Prefectura Nacional Naval está colaborando en tareas de apoyo a la Dirección Nacional de Aduanas en las tareas que conlleva la aplicación del “cero kilo” en la frontera con Argentina.
Las autoridades aduaneras estimaron “natural” que al impedirse el pasaje de mercadería por la vía carretera se procure hacerlo por la vía fluvial.
Tarifa
Canon fue consultado sobre el reclamo de los “bagayeros” sobre que los vehículos cruzan el puente para cargar combustible y esa acción no es controlada.
A su entender, debido a esta realidad, “se hace necesario alguna revisión a la tarifa en la frontera”.
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