JUSTICIA
Advierten que desechos de barométricas van a afluente del Santa Lucía
Andrés Sosa trabajó entre 2007 y 2010 en la planta de saneamiento ubicada a las afueras de la ciudad de Canelones, donde OSE realiza el tratamiento de los desechos residuales que dejan las barométricas. Durante años, el lodo de la disposición final, con alto contenido contaminante, fue depositado en una cantera cercana a la ciudad de Las Piedras. Sin embargo, Sosa denunció que OSE deposita desde 2008 ese lodo en un terreno lindero a la planta de saneamiento, cerca de barrios canarios y del arroyo Canelón Chico. “Si llueve, el lodo corre por cunetas hacia el arroyo. Se pueden ver los pescados flotando”, dijo Sosa a El Observador.
El arroyo Canelón Chico, contaminado según Sosa por ese lodo, es afluente del río Santa Lucía, de donde OSE toma el agua para potabilizarla. La planta de saneamiento de OSE en Canelones está a 14 kilómetros de la planta potabilizadora de Aguas Calientes.
Sosa atribuye el mal sabor del agua que sale por las canillas de su casa en Canelones al depósito de lodo cerca del arroyo Canelón Chico. “Aguas Corrientes no puede neutralizar las algas, entonces aumenta la cantidad de cloro y el agua tiene gusto a cloro”, explicó Sosa.
El abogado Diego Durand presentó la semana pasada una denuncia penal en el juzgado de Canelones por el delito de “envenenamiento o adulteración de aguas destinadas a la alimentación pública”. El artículo 218 del Código Penal establece que “el que envenenare o adulterare, en forma peligrosa para la salud, las aguas o sustancias destinadas a la alimentación pública, con o sin lesión efectiva de tales bienes será castigado con 12 meses de prisión a 16 años de penitenciaría”.
El abogado, que propone a la Justicia que le tome declaración a Sosa y a otros vecinos afectados como testigos, responsabiliza de la supuesta contaminación del agua a jerarcas de la Intendencia de Canelones: el exintendente (2005-2015) y actual senador Marcos Carámbula; el intendente electo, Yamandú Orsi, que fue secretario general de la comuna durante la gestión de Carámbula; y Leonardo Herou, director general de Gestión Ambiental de la intendencia.
El abogado sostiene que las autoridades municipales son las encargadas de autorizar el destino final de esos lodos y por ello deben fiscalizar también dónde se depositan. “De la documentación que se aporta, surge que OSE solicitó información a la Intendencia de Canelones para que informara el destino de los barros, es decir, de los desechos del saneamiento. La comuna canaria informó que los barros deben depositarse en el sitio de disposición final Cantera Maristas II, cerca de Las Piedras. En la actualidad, dichos barros (materia fecal, bacterias) son depositados a orillas del arroyo Canelón Chico”, expresa el abogado Durand en la denuncia a la que accedió El Observador.
“Existen familias que han sido afectadas por bacterias que generan diarrea y ello es porque OSE (en Aguas Corrientes) no puede purificar el agua de las bacterias que se desechan en el arroyo”, a las afueras de la ciudad de Canelones, junto a la planta de saneamiento.
El denunciante también advierte que a 20 metros de donde se tiran los desechos contaminantes “viven familias y existen plantaciones de verduras”. Sosa asegura que hay familias que comen los tomates que crecen junto a los desechos.
Herou, director general de Gestión Ambiental de la intendencia, uno de los denunciados por Durand, aseguró a El Observador que no fue notificado por la Justicia sobre la denuncia. Al jerarca le consta que la Dirección Nacional de Medio Ambiente controla este tipo de instalaciones. “La intendencia controla cuando este tipo de residuos son depositados en su planta”, expresó Herou.