Héctor Florit
El director general de Primaria, Héctor Florit, informó que los costos por los daños a las escuelas 173 y 193 de Flor de Maroñas “están muy por encima de los 100 mil dólares y se acercan a los U$S 400 mil”. Agregó que los actos vandálicos del fin de semana marcaron “un punto de inflexión” y que le parece “desmedido” asociar el comportamiento de los jóvenes procesados a una mala experiencia escolar. “Se trata de conductas patológicas”, sentenció.
Los casi mil niños que concurren a las escuelas 173 y 193 de Flor de Maroñas tratan de retomar este martes la normalidad de sus clases, luego del robo y posterior incendio que devastó el fin de semana ese centro. El impacto y la indignación que de por sí generó este hecho aumentó al conocerse que los agresores están vinculados a la escuela.
En la mañana del lunes los padres, alumnos y maestros lloraban a las puertas de la escuela destrozada, que acababa de ser acondicionada con el esfuerzo de todos. La tarea más urgente hoy por hoy es reconstruir el local, para lo cual los costos “están muy por encima de los 100 mil dólares y se acercan a los U$S 400 mil”, informó el director general de Primaria, Héctor Florit.
Así quedó la escuela desvalijada
Entrevistado por En Perspectiva este martes, Florit informó que en la escuela “funciona casi todo, el comedor nunca dejó de funcionar, las clases ya se dictan con la normalidad posible pero el clima está afectado por los hechos, con un sector vallado en donde se está procediendo a hacer la limpieza”.
Las escuelas 173 y 193 son “de contexto medio con población diversa”, comentó Florit el cual hizo un llamado a “dividir las cosas: una es el acto vandálico en sí mismo, que no es el primero, que si es un hecho aislado seguramente marcado por una estructura de personalidad patológica”.
Otra cosa “es la anomia social, la falta de hacernos cargo” que pone de manifiesto el debate sobre “el lugar que deben tener las instituciones educativas en los comportamientos ciudadanos”, agregó.
Para el titular de Primaria los actos vandálicos del fin de semana marcaron “un punto de inflexión: Yo creo que las comunidades se construyen cuando se comparten valores y además hay un compromiso de la defensa de esos valores. En la vida debo tener compromiso y militancia para que esos valores sean los que imperen”.
“Cuando veo caer los valores mencionados en una sociedad, por la indiferencia, vamos perdiendo los puntos de referencia que nos son comunes. El valor de las instituciones es el sentido colectivo que tienen, es muy preocupante cuando sucede un atentado, un robo y la sociedad no reacciona”.
Florit opinó que “el momento en que se dio la reacción esta vez tiene enrome importancia” porque “marcó claramente un punto de inflexión”. “Debemos tener decisión militante en el repudio a estas cosas y rodear de gente a las instituciones. Nada va a sustituir lo que hagan los vecinos y los barrios acompañando a los maestros y teniendo el gesto de ponerse a las órdenes y cuidar ese espacio”.
En otro orden, Florit expresó que le parece “desmedido” asociar el comportamiento de los jóvenes procesados por los hechos en Flor de Maroñas a una mala experiencia escolar cuando, en realidad, “se trata de conductas patológicas”.
“La enorme mayoría de los niños tienen un muy buen recuerdo de la escuela y de las maestras y si alguno se fue un poco enojado con una maestra parecería que ese enojo nunca daría lugar a que se transforme en pirómano”.
“Las conductas transgresoras están vinculadas a una estructura de personalidad patológica que en algo puede tener que ver la escuela, la madre y hasta amigos” pero “me parece aventurado pensar que porque alguien tiene una mala experiencia escolar se transforma en vándalo hacia la escuela pública”, agregó Florit.
El titular de Primaria añadió que las conductas transgresoras hacia los bienes públicos tienen como problema de fondo “la falta de interés. Hay una anomia, un comportamiento social de indeferencia” que en el caso de esta escuela atacada se revirtió.
Consultado sobre la decisión del presidente José Mujica de convocar este martes al Consejo de Ministros para analizar esta problemática, Florit opinó: “Es una magnífica respuesta, que va en consonancia con el sentimiento de dolor y de alianza múltiple que el caso generó. Es una señal reconfortante de atención del poder político para este pequeño drama particular pero gran problema a nivel social”.
Este lunes, La Justicia procesó con prisión a un joven de 20 años por los delitos de incendio y hurto registrados en la escuela ubicada en Flor de Maroñas. Su hermana, de 18 años, también fue procesada por un delito de hurto, pero sin prisión.
El padre de los adolescentes procesados, quien dijo que su hijo, el mayor, es drogadicto. Además, el padre culpó a las «malas juntas» de su hijo y sostuvo que él como padre va a «dar la cara» ante la dirección de las escuelas 173 y 196.
La transcripción de esta entrevista estará disponible en las próximas horas aquí.