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DECLARACIÓN:
Sobre algunos planteos que han trascendido públicamente sobre la posibilidad de “desindexar” los ajustes salariales en las próximas negociaciones en los Consejos de Salarios, el Secretariado Ejecutivo del PIT CNT reunido el día de la fecha resuelve:
1. Discrepar con el planteo de desvincular la evolución del salario con la inflación. Justamente el salario implica un conjunto de bienes y servicios que permite reproducir la capacidad de trabajo de los trabajadores.
2. Considerar que el asunto del desarrollo es profundizar en la distribución progresiva de la riqueza, lo cual en vez de tener una preocupación por la expansión de la demanda del pueblo debería tomar en cuenta la ganancia exacerbada de algunos sectores vinculados al gran capital. Como ha quedado claro el 2008 ante la emergencia de la crisis global, la Negociación Colectivay el Consejo de Salarios se constituyó por su dinamización del mercado interno y factor de desarrollo.
3. Expresar nuestra consideración en la preocupación por la inflación en tanto nos ocupa la calidad de vida del pueblo y el salario real. En esta materia está claro para nosotros que el salario no produce inflación y por tanto no puede ser la variable de ajuste. En tal sentido reafirmamos nuestra voluntad de estudiar mecanismos de control de precios acordados sobre los bienes más importantes del consumo popular.
4. Saludar a los trabajadores y al pueblo por las conquistas en materia de salario, distribución de riqueza, inclusión síntesis de los espacios democratización de las relaciones laborales y negociación colectiva, impulsadas por los gobiernos desde 2005 y la participación y la lucha de los trabajadores
Secretariado Ejecutivo del PIT CNT
Montevideo, 15 de julio de 2014
EL DIRIGENTE AFIRMÓ QUE LA OPOSICIÓN ESTÁ DÉBIL Y NO ENTUSIASMA A LA POBLACIÓN
El dirigente del gremio de la Bebida Richard Read, afirmó que en el movimiento sindical existe un vacío que no es cubierto por ninguna corriente. Acotó que hay un 60% de dirigentes no sectorizados sin experiencia, para lo cual hay que trabajar en su formación. Reconoció que su gremio, junto a otros, impulsa la creación de un nuevo espacio sindical en cuyas reuniones participaron representantes de todas las corrientes e independientes.
En entrevista con LA REPÚBLICA, el emblemático dirigente de la bebida, Richard Read reivindica su independencia para tanto aplaudir como chiflar las acciones del gobierno cuando corresponda. Acotó que en el caso del conflicto del año pasado, cuando se firmó un convenio salarial, no quedó dolido por su enfrentamiento con el gobierno, porque lo adjudica a cuestiones políticas y a visiones distintas de un mismo tema. Enfatizó que el ministro de Economía, Fernando Lorenzo, es su amigo. Afirmó que en el Poder Ejecutivo no hay “tipo más honesto y capaz que él, podrá haber iguales; mejores, no”.
Descartó su intención de ocupar cargos parlamentarios, más allá de participar en alguna lista por el FA. “Soy más ejecutivo”, precisó, y advirtió que no puede ser legislador porque no es idóneo para dicha función.
Mencionó que si bien puede haber muchas corrientes en el PIT-CNT, sostiene que siempre habrá una central única, “porque esto está en el ADN de los uruguayos”. Propone cambiar el formato de los Consejos de Salarios para 2015, pasando de los grupos por rama a uno por cadena productiva.
La siguiente es parte de la entrevista realizada al dirigente de la FOEB (Bebida):
Hace poco usted dijo: “Debemos salir de los grupos y armar nuevos por cadena productiva”. ¿A qué se refiere con esto?
El formato de Consejo de Salarios cumplió un rol en la instalación de los mismos en 2005. Fue muy fructífero para organizar y discutir. Si uno ve la realidad, después de ocho años de Consejos de Salarios vemos que de 1985 a 1990 había 23 grupos, hoy tenemos 270 grupos. Hay una atomización muy importante. Después se encuentra que aquellos sindicatos que están más organizados y que tienen una correlación de fuerzas más importante, han logrado salarios importantísimos. Por eso debemos pasar, en vez de la clasificación por ramas y subramas, habría que hacerlo por cadena productiva. Pongo el ejemplo de los lácteos. La diferencia que pudiera existir entre la industria láctea y el peón de tambo. Discuten el salario por separado, pero entiendo que todas las partes deberían negociar juntas.
El PIT-CNT salió a cuestionar fuertemente el documento de las cámaras empresariales, pero estas sostienen que fue elaborado a partir del aporte de técnicos.
No esperaba encontrarme con esta grata sorpresa de tener un documento firmado por las cinco gremiales más grandes del país, tan descarnado, tan prolijo, tan conceptual, donde lograron en 41 páginas escribir todo lo que piensan ellas con una definición de clase que yo valoro muchísimo. Es el programa que sustituye a los programas blanquicolorados. Si habrá una oposición débil en este país, que no logra entusiasmar ni convencer a la población, que los dueños de la pelota tienen que salir a marcar la cancha, diciendo “señores, el país tiene que ir por este programa”. Yo lo valoro muchísimo, parece de una valentía muy importante. Era hora que hicieran un documento netamente ideológico y político. Escuché al presidente de la Asociación Rural sostener que el documento fue elaborado por técnicos apolíticos. Es un chiste y una falta de respeto. No existe el apolítico.
¿Ni en el sindicalismo?
No, ni en la Iglesia. Si alguien cree que (el papa) Francisco es apolítico se lo comen en dos panes. Es un documento que hay que leerlo y es de cabecera. Cuando escucho algún trasnochado de que la lucha de clases ya terminó y que eso es cosa de la historia, entonces le digo que lea las 41 páginas de estos señores. Se trata de ordenar los pensamientos de derecha liberal y las tropas políticas que están desordenadas.
¿Últimamente se viene hablando por parte de algunos sindicatos de formar una corriente dentro del PIT-CNT?
El PIT-CNT, desde su fundación en 1966, es una organización de sindicatos y federaciones. Con mucha sabiduría, quienes redactaron el estatuto establecen que se deben respetar las distintas corrientes de opinión. No creo que haya dos corrientes ni tres. Creo que hay decenas; algunas de ellas, organizadas. Soy de los que me considero un libre pensante. El pensamiento es dinámico, por lo tanto hay que adaptar el quehacer a la realidad del entorno en el que uno se mueve. En el gremio de la Bebida, después del conflicto de fin de año, duro y atípico, nos vimos rodeados de compañeros, que se identificaron con ese grado de concepción sindical. Sin ser indiferentes con las cosas que ocurrieron de 2005 para acá ni prescindentes, fuimos independientes cuando nos tocaron los intereses nuestros, legítimamente ganados.
Soy de los que vengo diciendo hace 6 años. Recuerdo una reunión que hubo en el Club UBUR, en el Parque Rivera, donde manifesté que las corrientes sindicales deberían de trabajar abajo, en los sindicatos, dando contención, ayudando a la formación e intercambiar experiencias. Lo que he percibido con mucha más claridad y más certeza de que hay un vacío en el movimiento sindical que no lo cubren las corrientes sindicales hoy. Que es ese 60% de militantes sindicales no sectorizados, que tienen responsabilidad y son representativos en sus sindicatos; que no tienen experiencia y que muchas veces desembocan en un conflicto sin saber por qué. Hay un vacío de debate y de discusión. Pero ese vacío está en todos los estamentos de la sociedad; está en los partidos políticos, en los comités de base llevados a la mínima expresión. El propio Parlamento discute poco de política.
¿Qué fue lo que cambió? ¿La sociedad?
Cambió la sociedad. Hay un desgaste y una desvalorización de la política; creo que la década de los noventa fue una década que a la política le pegó muy duro, porque desde que la política está para resolverle la vida a los ciudadanos, se la empeoramos. La gente quedó muy descreída de los políticos. Ese espacio hay que cubrirlo. La pretensión, no de Richard Read, sino del gremio de la Bebida por unanimidad, junto con la Carne y el sindicato molinero, y un montón de compañeros independientes, estamos creando ámbitos donde podemos discutir y conversar.
La unidad está en el ADN del trabajador
¿Qué significa abrir este espacio sindical?
Abrir más democracia, transparencia, participación. Hay dos grandes preguntas que deberíamos hacernos: ¿cuál es el rol de los sindicatos en un gobierno de izquierda? y ¿cómo le ha ido a los sindicatos en estos 10 años en América Latina con gobiernos progresistas?
Le ha ido bien en la parte económica; mejoraron los sueldos y las condiciones de trabajo. Pero la pregunta no es cómo le ha ido a los sindicatos.
Se atomizaron, dejaron de tener incidencia, se mimetizaron con el gobierno en una parte, y se quebraron en otra.
Debatir sobre esas dos preguntas nos servirá para posicionarnos en Uruguay, donde hay una central única y donde jamás podrá haber dos, ya que está en el ADN del trabajador uruguayo, la unidad. Ese espacio que se está creando es transversal, y en las dos instancias participaron compañeros de todas las corrientes de opinión. Yo no los voy a buscar casa por casa. Vienen solos. A una reunión en el sindicato de las tabacaleras asistieron 81 dirigentes sindicales. Este espacio no tiene nombre, pero tiene la pretensión de combatir el “hacé la tuya” y el individualismo. Es un espacio de rebeldía ante la injusticia, a la que hay que ponerle cabeza política. Debemos rodear a los conflictos; el sindicato es el escudo de los más débiles.
NOTA B
CONSECUENCIAS DEL NEOLIBERALISMO
En los 90 se quebró el entramado social
¿El PIT-CNT habla de las consecuencias de la década de los noventa, como que la mayoría de los problemas viene de allí?
La década de los noventa fue la que cobijó toda esta situación. Fue el quiebre emocional de la sociedad. Hubo una ruptura del entramado social. Es la década en la que se produjeron más divorcios; la inmigración económica, la angustia de la pérdida de trabajo. Te echaban y te decían: hágase una empresa unipersonal y usted será dueño de su propio trabajo. Es una falacia y una mentira. La gente quedó sola y aislada. La década de los noventa quitó el plural por lo singular; quitó el colectivo por lo individual.
Es una generación que creció viendo al padre o al abuelo sin trabajo y durmiendo hasta las 11 de la mañana.
Usted se refirió en varias oportunidades a que se crió con un padre que prácticamente no veía porque pasaba trabajando, en referencia a la falta de hábitos. Sin embargo, ¿esa falta de los padres en el hogar no pudo motivar también los problemas familiares?
Es mi vida. Mi viejo hacía 37 o 38 jornales por mes. Vivíamos en un garaje. No teníamos ni baño ni cocina. Claro que no es bueno (trabajar tantas horas). Lo puse como ejemplo de hábitos de trabajo y de responsabilidad. Aquel que se va a las cuatro y media de la mañana por $ 10 mil, sale igual, porque tiene que traer la comida para los pibes. Antes la sociedad te contenía. Soy del tiempo en que las puertas de los vecinos estaban abiertas para dar una mano. Cualquier guacho de la calle comía en cualquier casa de vecino. Era otra sociedad, te contenía.
¿Asistencialismo o contrapartida?
Contrapartida. Pero para mí no es una dicotomía, porque no le podés pedir dicotomía a una persona que está tirada en el suelo, que no se puede parar por el hambre que tiene y que tiene una desnutrición crónica. En ese caso se tiene que hacer asistencialismo, porque la persona llega con un nivel de intelectualidad reducido, una pérdida de valores, hábitos y educación. Para recuperarla hay que incluir.
El sindicato de profesores de Montevideo comenzó a juntar firmas para impulsar un plebiscito y aprobar que los legisladores y ministros uruguayos no puedan ganar más que un docente grado 1, es decir, 14.305 pesos. Actualmente el salario nominal de los legisladores es de 160.000 pesos.
La idea se le ocurrió al profesor Claudio Pastrana. «La iniciativa sale del hecho de haber contrastado datos. Soy profesor de física y astronomía y me puse a pensar con números. Y cuando me dicen ‘no te podemos dar más plata porque no hay’ no me lo tomo a mal, digo ‘vamos a ver si es cierto’. Entonces tomé el crecimiento del PBI de la página del Banco Mundial de los últimos 10 años para Uruguay y me dio un 76%. Obviamente ningún salario subió eso… ¿Ningún salario? Y ahí me fijé en lo que ganaban en dólares los senadores: pasaron de 2.700 dólares en 2007 a 5.500 dólares en la actualidad, o sea que ellos sí se subieron el salario esa cantidad», explicó el docente a 180.
«Yo trabajo alrededor de 60 horas semanales y no llego a cobrar 25 mil pesos. Yo no estoy cobrando bien. Yo podría trabajar mucho mejor con mis alumnos y dar muchas mejores clases si mi salario fuera un poco más digno y no tuviera que trabajar tantas horas», agregó.
En la noche del viernes, con algo más de 8 horas de junta de firmas, ya habían conseguido la adhesión de más de 3.000 personas.
Según el artículo 331 de la Constitución, la iniciativa debe tener el apoyo del 10% de los ciudadanos inscriptos en el Registro Cívico Nacional (es decir, deben firmar algo más de 250.000 personas) para luego presentarse ante el Presidente de la Asamblea General y ser sometida a decisión popular en la elección más inmediata.
El proyecto prevé que los legisladores no puedan ganar más que un docente grado 1, es decir, 14.305 pesos. Actualmente los legisladores tienen un sueldo nominal de 159.139 pesos.
El formulario para firmar
TOPES A LOS SALARIOS DE LOS LEGISLADORES
Los abajo firmantes, sumamos nuestra voluntad ciudadana y nuestro compromiso con la campaña promovida por la Asociación de Docentes de Educación Secundaria (Ades-Montevideo), de la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria, adherida al PIT-CNT, a efectos de promover un proyecto de ley tendiente a topear el salario de ministros y legisladores nacionales en el monto del salario de un docente grado 1 ejerciendo 20 horas semanales de Educación Secundaria.
El referido proyecto podría estar establecido en los siguientes términos: “Las remuneraciones que por todo concepto perciban los ministros de estado y legisladores nacionales, no podrán exceder el monto correspondiente al salario que perciba un profesor de Educación Secundaria grado 1 del Escalafón Docente con 20 horas semanales, equivalente a la suma de $14.305 a valores del mes de febrero de 2013.
Los aumentos de salarios de los funcionarios públicos tienen mala prensa
Antonio Elías (*)
Los reclamos de los trabajadores del sector público por aumentar el poder adquisitivo de sus salarios parecen contrarios a las doctrinas económicas y políticas dominantes. El marketing político tiene sus especialistas que, además de crear y recrear la imagen de líderes y partidos, inciden fuertemente en lo que es parte de la buena conciencia de una época o de un determinado momento histórico y han marcado a estos trabajadores como “privilegiados” e “incompetentes”.
Campañas de propaganda perfectamente diseñadas, pobres en definiciones concretas y colmadas de promesas ambiguas para un futuro incierto alertan sobre los riesgos de bajar la rentabilidad del capital y los impactos negativos del déficit fiscal. Hora tras hora nos anuncian, los males que sobrevendrán si se otorgan aumentos salariales que atentan contra la estabilidad macroeconómica. De paso nos recuerdan lo bueno del capitalismo y lo ideológicamente inconveniente de cualquier postura que apunte a reducir la concentración de la riqueza, la extranjerización y el poder omnímodo del dios mercado.
En la inversión de valores correspondiente a esta concepción del mundo las personas responsables, que dialogan y reconocen los límites “socialmente aceptables”, son contrapuestas a las personas “irresponsables”, que siguen pregonando medidas a favor del trabajo y contra el capital.
El discurso del poder respecto al tema del aumento salarial de los trabajadores públicos no tiene, prácticamente, fisuras. Coinciden los gobernantes, oficialistas y opositores con el poder económico nacional y extranjero. Los trabajadores, en cambio, no tienen una posición común, hay sectores influidos por un discurso oficial que “dibuja” espacios fiscales, cada vez más restrictivos, y pretende contraponer trabajadores públicos y privados en la vieja lógica de pobres contra pobres.
Las negativas a incrementar en la próxima rendición de cuentas los salarios de los funcionarios del Gobierno Central, son seguramente resultado de que al interior de fuerza política gobernante predomina la concepción de quienes se asumen como administradores y promotores de un “capitalismo en serio”.
El salario sigue siendo una variable de ajuste. Las múltiples confrontaciones de los trabajadores públicos con los gobernantes nacionales y departamentales por aumentos salariales y la definición de los criterios para actualizar los salarios (aumentos del valor nominal de los mismos con relación a la variación de los precios de los bienes de consumo) implica definir cuál será el poder adquisitivo de esos trabajadores y, por tanto, la calidad de vida de sus familias. Se le reclama a los funcionarios públicos que asuman que en el horizonte aparecen nubarrones y, por tanto, acepten que no haya aumentos salariales y que las actualizaciones salariales por inflación se basen en metas de inflación futura irrealizables y en correctivos basados en una inflación pasada que fue alterada con medidas ad-hoc.
La ampliación de la meta inflacionaria del rango actual entre 4 y 6% al nuevo rango entre 3% y 7%, mantiene el centro de la banda en 5% a los efectos de los incrementos salariales basados en la inflación futura. Con una inflación actual anualizada de 8%, la ampliación hacia abajo del rango (del 4 al 3%) tiene un único efecto: que los trabajadores no tengan los aumentos que les corresponden y pierdan poder adquisitivo.
Pretenden convencer a la población que las restricciones salariales los benefician, porque la inflación es el peor de los impuestos. Lo cual implicaría asumir que los salarios son el origen de la inflación, lo que no ha sido demostrado.
Se sostiene que la reducción del déficit fiscal – ajuste de las cuentas públicas – repercute en una mejora en el nivel de vida de la población. Si eso fuera cierto porque no reducen los enormes subsidios que se entregan al capital a través de las exoneraciones impositivas (leyes de zonas francas y de promoción de inversiones) y los cientos de millones de dólares que se pagan por intereses de deuda para aumentar las reservas en el Banco Central.
Los salarios crecen en forma desigual y mucho menos que el producto. Al inicio de este gobierno se sostenía que el poder de compra de los trabajadores evolucionaría en similar proporción que el crecimiento del producto. Eso no se ha cumplido para los trabajadores en general, menos aún para los funcionarios públicos, como lo demuestra el siguiente cuadro.
Se constata en el cuadro, en primer lugar que el producto creció 56% más que el salario real general y 119 % más que el salario real de los trabajadores públicos. La segunda constatación es la gran diferencia que existe en la evolución de los asalariados públicos y privados. Los trabajadores privados aumentaron sus salarios 64% más que lo públicos en el actual gobierno.
Por otra parte es imposible ignorar las profundas desigualdades entre sectores de los funcionarios públicos, como se desprende del siguiente cuadro en el que se observa la evolución de los salarios reales de los trabajadores del Gobierno Central, las Empresas Públicas y los Gobiernos Departamentales.
Como se observa en el cuadro hay fuertes diferencias entre los distintos sectores que se utilizan para estimar el salario real de los funcionarios públicos. Los salarios en las empresas púbicas aumentaron casi el triple que en los gobiernos departamentales y 27% más que en el gobierno central.
Las cifras presentadas en el cuadro 2, siguen siendo muy agregadas y no permiten ver la evolución salarial de sectores muy diferenciados dentro del propio Gobierno Central, donde coexisten los Organismos del artículo 220 de la Constitución, el Poder Legislativo, el Poder Judicial y la Administración Central.
Para estimar la evolución salarial el INE selecciona algunos incisos y les da una ponderación en función de criterios estadísticos, a título de ejemplo el Ministerio de Defensa tiene un porcentaje de 10, 6% y el del Interior 10,1% y la ANEP 32,7%, por su parte el INAU representa solo el 3.1%. Esto quiere decir que si recibe un aumento ANEP incide en el índice 10 veces más que si el aumento se da en el INAU. Esta situación dificulta fuertemente la negociación colectiva porque el valor del Índice Medio de Salarios, oculta que algunos pueden haber aumentado mucho y otros muy poco o nada.
El reclamo de aumentos salariales, de reglas claras para determinar los índices de actualización salarial -convergentes con la inflación efectiva- en el gobierno central, y el cumplimiento pleno de la negociación colectiva entre trabajadores y gobernantes en todos los ámbitos de la administración pública, se inscriben en una concepción de sociedad que jerarquiza el papel de los trabajadores como seres humanos sujeto de necesidades, y no como un gasto que impide cerrar las cuentas.
(*) Miembro de la Red de Economistas de Izquierda del Uruguay (REDIU)
Publicado en el Semanario “Voces” el 13 de junio de 2013
El Índice Medio de Salarios (IMS), que elabora mensualmente el Instituto Nacional de Estadística (INE), mostró un aumento en marzo de 0,29%. En los primeros tres meses del año dicho índice se incrementó 5,89%. Desde enero hasta marzo del 2013 los trabajadores asalariados vieron incrementado su poder de compra, según datos del INE. Según el organismo, los trabajadores que perciben un salario aumentaron sus ingresos en 5,89% en tres meses, frente a una suba de precios (que se mide a través del Índice de Precios al Consumo) de 3,59%.
Esta relación también se da comparando los últimos doce meses cerrados a marzo, es decir, en la comparación entre marzo del 2012 y marzo del 2013. En ese período los salarios se incrementaron 11,77%, frente a una inflación de 8,54%.
Cabe destacar que el IMS se ve especialmente influido por los ajustes que ocurren a mitad o a principio de año, por lo que es normal que, a excepción de julio y enero, en los demás meses el aumento de los salarios sea menor a la inflación. Y esto ocurrió en marzo: el aumento de las remuneraciones a los asalariados fue de 0,29%, mientras que la inflación fue de 0,66%.
Públicos vs. privados
El aumento en marzo fue mayor para los trabajadores que efectúan su tarea en el ámbito privado, que aumentaron sus ingresos un 0,34% frente al 0,18% de sus pares en el sector público. En los doce meses cerrados a marzo la tendencia muestra lo mismo: los privados aumentaron los salarios 12,24%, mientras que los trabajadores públicos reciben un 10,97% más de remuneración. Pero lo opuesto sucede en el transcurso del año, en 2013 los empleados del sector público recibieron aumentos por el 8,53% de sus remuneraciones, frente a 4,55% de los empleados del sector privado.
diario la republica
Políticas para controlar los precios y moderar la inflación, ajustes diferenciales para sueldos inferiores a $14 mil y Salario Mínimo Nacional de $ 10 mil encabezarán la proclama del PIT-CNT en el acto central del 1º de Mayo por el día de los trabajadores. La plataforma de reivindicaciones hará énfasis en que el gobierno tome medidas que contribuyan a evitar la especulación en la fijación de los precios de los productos que componen la canasta básica familiar. “Nosotros vemos que hay especulación, por ejemplo en frutas y verduras que están incidiendo en la inflación y en el precio de los productos. Algo hay que hacer”, dijo a El Observador, el dirigente de la central, Ismael Fuentes.
Una de las medidas que reclaman los sindicalistas es que el gobierno promueva la firma de acuerdos de precios con los supermercados como sucedió a fines del año pasado. Los sindicatos también manejan otras alternativas propias, como la creación de redes autogestionadas de distribución y comercialización de alimentos que permitan establecer precios testigos. “No estamos en una situación inflacionaria terrible. Negocié convenios con 100% de inflación, pero igual no podemos decir que no nos preocupe el problema de la inflación en los últimos dos años”, agregó Fuentes.
La oratoria central que estará a cargo del coordinador Marcelo Abdala y del dirigente de la Bebida, Richard Read, también servirá para reclamar que en la próxima ronda de negociación colectiva se priorice la recuperación de los llamados salarios “sumergidos”. Si bien Read defiende el predominio del ministro Fernando Lorenzo en la interna del gobierno, el año pasado enfrentó al equipo económico y desafió la pauta oficial de inflación. El gobierno ha señalado que el crecimiento de los salarios podría generar presiones al alza sobre el IPC.
El PIT-CNT también aspira a que las cámaras empresariales acepten discutir los convenios sin tomar en cuenta la totalidad de los lineamientos oficiales. “Lo que estamos planteando es una mejora para los que ganan menos. Es decir, que se le permita dar un salto mayor al que los indicadores marcarían”, había dicho a El Observador, el dirigente Fernando Pereira. Las pautas del Ejecutivo están en el centro de las críticas, al punto que desde la central se reclama que el gobierno modifique el centro del rango meta de inflación, para que sea “más realista” y pueda considerarse en la negociación.
El rechazo a la eliminación de la ultractividad de los convenios es otro punto que estará en la agenda. La ley de Negociación Colectiva establece que los convenios colectivos se mantendrán vigentes en todas sus cláusulas hasta que uno nuevo lo sustituya. El gobierno es partidario de modificar la norma para que la vigencia no sea atemporal y dependa de acuerdos. El PIT-CNT reconoce los avances logrados por el gobierno del Frente Amplio en los últimos ocho años, pero aspira a “una segunda etapa de transformaciones” que “acelere” la redistribución de la riqueza. La proclama se basa en el documento A retomar la ofensiva, y mencionará otros puntos relacionados a la vivienda, la educación y la reforma de la salud.
el observador.